sábado, 28 de julio de 2012

UNA HISTORIA DE TANTAS...

Susana se mueve rápido entre los bancos de la escuela, levanta las tazas de las improvisadas mesas de desayuno para que vuelvan a convertirse en bancos de clase.

La escuela no tiene mas de veinticinco alumnos, de jardín a séptimo grado, secundaria....no hay, ni en la escuela ni en el pueblo, entonces los chicos tienen que irse a la secundaria que esta en el otro pueblo, que no es cerca, que no todos pueden y muchos se quedan con las ganas...

Susana camina cinco kilómetros todos los días para llegar a la escuela, tempranito, porque ayuda a Doña Ana, una vecina transformada en cocinera, a preparar el mate cocido y cortar el pan para los alumnos que en bicicleta los menos, a caballo los mas, llegan sabiendo que van a desayunar. A veces, para alegría de todos, la hija de Doña Ana amasa bollo y manda algunos para la escuela, y lo disfrutan los alumnos y los docentes, que en el aula convertida según la hora del día en cocina, sala de maestros, o grado para clases, ellos también comparten una taza de mate cocido calentito, mientras comentan las novedades de la escuela, no siempre buenas.

El cuerpo docente, director incluido, llegan prolijos, guardapolvos blancos, zapatos lustrados...es que para ellos, esa escuelita de cuatro habitaciones y dos baños, es lo mas importante, aunque ahora haga mucho frío y no se puedan sacar las camperas ni los gorros, y duelan los dedos cuando se agarra la tiza...

Calefacción no hay, patio techado tampoco y si al frío se le suma "el garrotillo" o "la helada" nadie sale al patio, pedazo de tierra pelada que sirve de improvisada cancha de fútbol, después de saludar a la Bandera que chiquita flamea en un mástil solitario.

Solo Susana va y viene, entra y sale, se arremanga y del caño  debajo del árbol, saca agua para limpiar los baños, los pisos, o el pasillo angosto transformado en lugar de juegos por el frío.

No pierde la sonrisa, aunque después de tantos años de trabajo en la misma escuela, le preocupa que todavía no "salga lo suyo"; y el director se lamenta de los cambios realizados en el Ministerio de Educación de la provincia sobre la designación de personal auxiliar para las escuelas, porque antes, el llenaba el formulario, lo enviaba a la Ministra y... con suerte Susana quedaba en blanco y ella y sus hijos tenían la tranquilidad del sueldo, la jubilación o la obra social, pero desde que la Ministra determino que ella decide las designaciones a voluntad, sin importar los pedidos ni los formularios, Susana sabe que la posibilidad de ser "la conserje" de la escuela esta cada vez mas lejos...

En la improvisada sala de maestros, se conversa el tema con preocupación, es que Susana entro a la escuela por esos planes que daba el gobierno donde la gente tenia que ir a trabajar a la escuela o al Cap y Susana eligió la escuela, porque en el fondo, ella quería ser maestra...y no pudo...y bueno....entonces ayuda....y casi, casi es como la "otra señorita" y a ella le gusta, la hace feliz ser casi "la otra señorita" solo que el plan ya se terminó y no se lo renovaron y pasan los años y el Ministerio no accede al pedido del director porque ya los pedidos no son escuchados, porque ahora desde el escritorio se decide...y no importa lo que sueñe Susana, o lo que pida el director, o necesite la escuela...

"El tema es a voluntad de la Ministra..." dice el director a los tres docentes sentados al rededor de la mesa, y se quedan todos callados, mirando fijo el mantel de plástico con florcitas; saben que Susana, que va todos los días, que limpia la escuela y ayuda a Doña Ana en la cocina y pone la mesa y levanta los platos, necesita que le paguen porque tiene hijos y no tiene marido y porque es su derecho aunque eso no se entienda....

Mientras tanto, en una escuelita rural del sur de la provincia de Tucumán, Susana sigue caminando cinco kilómetros para ayudar en la escuela, tempranito en la mañana con el mate cocido que prepara Doña Ana.

domingo, 8 de julio de 2012

El laberinto dice PRESENTE...

Una vez más, el laberinto alfabetizador acompaña el encuentro Internacional del Foro Social Educativo Paulo Freire. 19, 20 y 21 de Julio de 2012. Salón Alfredo Bravo, Monteagudo 950. Buenos Aires - Argentina; allí, docentes e investigadores que creen y trabajan porque otro mundo es posible.

Desafiando conceptos y teorías, trayendo al presente experiencias pasadas pero no olvidadas que se encuentran con las nuevas, el laberinto se abrirá desafiando a aquellos aventureros que se atrevan a entrar en el sin la certeza de encontrar la salida....

miércoles, 2 de mayo de 2012

Yo me llamo Zapatilla...

Lo conocí cuando abrimos el tercer o cuarto centro de alfabetización, me dijeron que era la persona que nos andaba buscando para "hacer el taller de alfabetización con las mujeres", y que necesitaba reunirse con nosotros para abrir ese taller.

Pregunte si se trataba de alguna organización civil, y me respondieron que no, que eran "las mujeres de los planes" sin mas detalles que ese.

No hubo reunión previa, ni organización de equipo, me reuní con el un día de semana en el Centro Comunitario que llevaba adelante en el Barrio Santa Rita de Villa Lastenia, en el departamento de Cruz Alta. 
Calles de tierra, frío de invierno a las 08:00 de la mañana, justo en la esquina sobre una puerta de metal verde, se lee un cartel que dice: "Centro Comunitario Barrio Santa Rita", ya en la vereda un hombre de mediana edad, pantalones de trabajo azul, de alguna de las fabricas de la zona, gorra que en algún lugar olvido la visera, sale al paso diciendo:
- Buenos días! Pase, pase, hace frío no?
- Buenas, permiso, digo al tiempo que ingreso al centro (salón enorme, con tres tablones haciendo el papel de mesa y unas veinte o treinta mujeres, algunas de mi edad, otras mas chicas y muchas pintando canas... )

Una mujer de cabello negro, largo y lacio recogido, me acerca una silla al lado de uno de los tres braseros que calentaban el lugar, él arrima un mate y me dice:
- Yo me llamo Zapatilla, y como me dijeron que usted enseña a leer, quisiera que le enseñe a ellas, que están en el plan y no saben...

- "Zapatilla"....  (me quede pensando)... Zapatilla le dicen? (pregunte mirándolo a los ojos) 
- No, así me llamo yo, Zapatilla.

Zapatilla me contó todo sobre el grupo y lo que hacían, pasamos la mañana charlando entre todos y organizándonos para alfabetizarnos en los días venideros, pero a mi me llamaba la atención, él, que todo hacia para el grupo excluyéndose de la tarea.

Zapatilla se encargaba de llevar los papeles del plan para que "las mujeres cobren" tanto como ir a la Municipalidad a pedir que pasen la máquina por la calle o pongan los focos en las esquinas.

El leía poco, casi un silabeo en voz baja, y poco también escribía, pero se le iluminaban los ojos cuando nos veía trabajar las primeras letras, las primeras palabras...

Nunca dijo su nombre, tampoco los demás integrantes del Centro dijeron como se llamaba; solo contaron que un día llego de Santiago con la señora y levanto el rancho y ayudo a los vecinos mientras trabajaba en el ingenio y que el barrio creció gracias a que Zapatilla hacia las gestiones con los políticos y el intendente de turno. Otros decían que el apodo era porque siempre quiso un par de zapatillas y nunca las tuvo, solo alpargatas y que el día que por fín consiguió su par de zapatillas, no se las saco mas, hasta que en los pies se le desarmaron.

Estuvimos mas de un año compartiendo, aprendiendo y escribiendo entre todos, ya con las primeras letras, algunas se animaron a inscribirse en la nocturna para terminar la primaria...

Zapatilla no escribía mucho y leía poco, sin embargo construyó puentes de letras y palabras para que nos encontremos.
(Villa Lastenia - Cruz Alta - provincia de Tucumán)

martes, 24 de abril de 2012

Usted tiene que enseñar...

Ellos no estaban ahí para esperar a los viajeros que con cajas de donaciones llegarían en cualquier momento a la escuela.
Francisca y Manuel llegaron temprano esa mañana y se quedaron parados en la puerta casi tranquera de la escuela, sin terminar de entrar ni de irse; fueron de hablar poco con quienes los saludaban, solo preguntaban por la directora que los había hecho llamar por Javier, su hijo de doce años y que ya pasada la media mañana, aun no los atendía.
"Es que la Señora Directora esta ocupada" les decía la cocinera, "esta recibiendo las visitas que desde Tucumán, traían juguetes, libros y cuadernos para los chicos de la escuela"

A Francisca y a Manuel, poco les importaba la presencia de los visitantes, que se sacaban fotos con los chicos mientras entregaban pelotas de fútbol con las que luego harían un "partidito" hasta que este listo el almuerzo"
Tampoco participaron del almuerzo, aunque una de las maestras los llamo varias veces, ni de la sobremesa de charlas, ni de las fotos grupales...

Seguían ahí, parados, callados, serios, sin separarse uno del otro y cuando la tarde avanzaba, también avanzo Manuel y saliendo al cruce de la Señora Directora que fue hasta la canilla a lavar los tenedores para la torta, le dijo:
- Quiero hablar con usted...
Ella, antes que Manuel termine la frase le dice:
- Ya vamos a charlar, los he mandado a buscar porque Javier no esta avanzando nada, no me aprende nada...
- Pero usted no le enseña. - responde Manuel rápido, mas decidido que Francisca en resolver el tema - usted le da tarea para la casa y así lo manda, para que estudie en la casa, y nosotros queremos que el estudie en la escuela, para eso lo mandamos, para que no sea corto como nosotros.
- Todos los alumnos deben realizar actividades extra escolares en sus hogares -responde la directora, con la vista al cielo y haciendo círculos al aire con la mano derecha- "de esta manera nos aseguramos que el alumno fortalezca lo aprendido en el ámbito escolar" -y como si esto no hubiese estado claro, remarca-" la Señora Ministra dio la orden a través de la circular de fortalecer las actividades de aprendizaje de los alumnos por medio de la tarea extra escolar"

La Señora Directora continuo hablando un rato mas, en un tono directivo, fuerte y claro, remarcando la importancia de estudiar en la casa, de como se relaciona esto con los contenidos actitudinales y de como la transversalidad curricular lo preveía, a la vez que dejaba ver su preocupación en que Javier no traía hechas las tareas de la casa y de como eso bajaría su nota y hasta "tal vez, deba repetir de nuevo, y yo no se, porque ya tiene doce y no puede seguir en tercer grado..."

Manuel no levantaba la vista del suelo, Francisca lo tomaba del hombro, como sujetándole las palabras pero no pudo y Manuel tampoco pudo seguir callado:
- Yo no lo mando para que no le enseñen,  usted no le enseña nada porque se vive yendo a Tucumán y deja el grado solo, y así Javier no va a aprender nada.
- PERO SEÑOR!!! -Exclamo indignada la directora- "Yo voy a la ciudad porque me manda a llamar la Supervisora y tengo que ir, porque YO (dijo remarcándolo) ademas de la maestra soy la DI - REC - TO - RA  y no puedo enviar a un empleado a hablar con la Supervisora...
- Usted esta acá para enseñar y si no quiere enseñar y quiere hacer tramite deje el grado, usted tiene que enseñar, no hacer mandados, porque Javier no aprende nada acá, y va a la casa y no se acuerda de nada, porque no tiene clases, y le dan deberes nomas, así se va a quedar bruto como nosotros que no leemos ni escribimos, pero sabemos que tenemos derecho a que nuestro hijo aprenda y usted tiene que enseñarle, para eso es la maestra del grado...

La directora quedo en silencio, todos quedamos callados, mirando a Manuel que sin levantar la vista del piso trajo a Paulo Freire a los cerros tucumanos y enseño a una Directora que el tiene voz, que el sabe que no sabe leer ni escribir palabras, pero que lee claramente su realidad.

(En una escuela de montaña de la zona de Trancas, provincia de Tucumán, septiembre del 2005)


lunes, 16 de abril de 2012

ALFABETIZADOR



Cipriano, yo pienso que el alfabetizador
no es solo el que enseña a leer los libros
de ciencias, historia, filosofía
y tantas cosas exóticas
de las que habla la gente...

Hermano, yo pienso que
alfabetizar es enseñar a leer
en los ojos, el dolor de los pueblos,
la enfermedad de los niños,
la angustia de la mujer que pare en la calle,
la tos del minero que escupe y mancha de sangre
la estatua de la libertad neoyorquina...

Hay que aprender a leer
el hambre que toca la puerta,
el frío que va por la calle,
la oscuridad del que busca
y no encuentra.

Cipriano, yo pienso que
primero debemos alfabetizar
a los que saben leer los libros,
pero no saben leer el dolor de los hombres.

Autor: Julio Zabala. Nicaragua.



jueves, 5 de enero de 2012

Asi nace el Laberinto Alfabetizador

"Vamos desandando los caminos"....dice Raly Barrionuevo en su cancion y yo creo que algo de razon tiene.
 Me veo, nos veo, sentados a la sombra de un bueno y viejo arbol tomando unos mates mientras gestamos vida en las ideas educadoras del hacer.
 Estas ganas de re-encontrarnos y despues de largo abrazo soltar con fuerza las palabras de la boca, que dicen mas de lo que suenan y expresan mas de lo que dicen.
 
Acciones, caminos andados en estas huellas alfabetizadoras, senderos abiertos hechos con las ganas del que puede hacer las cosas, sencillamente porque no sabe que es imposible y va andando; entre las paredes del laberinto alfabetizador dibuja historias, escucha cuentos, comparte sueños y va construyendo nuevas sendas para otros educadores que encuentra andando tambien.
 
En el laberinto nadie esta perdido porque cada camino elegido es el correcto, porque se camina con el corazon, nadie esta solo aunque asi camine, porque lo acompañan las voces y los pensamientos de sientos de otros que fueron construyendo y estan construyendo el laberinto, que cada vez tiene nuevas rutas, nuevos desafios, nuevas huellas...
 
Dicen que en una esquina del laberinto, hay una hormiga que silenciosamente trabaja y no esta sola, y te invita a trabajar con ella, cargando entre sus hombros propuestas y desafios de quienes creen que en el poder de la palabra, cuentan algunos que cuando parece no haber camino, libros danzarines abren sus hojas por un instante para que busques otras alternativas, y que la duda, antes que angustiarte, te estimula y desafia, sentada al lado de una hoja que aunque escrita, parece en blanco, para que puedas encontrar la respuesta a tu pregunta....
 
Cuentan quienes a el han entrado, que junto a un gran tablero de ajedrez el saber te desafia a que lo desafies y a cada paso que das, los caballos y las torres te ayudan con ideas nuevas y viejas, porque casi todo siempre sirve......
 
Otros, aquellos que lograron atravesarlo y llegar al otro lado, no volvieron a ser los mismos porque el laberinto les mostro, que ES POSIBLE.
 (Laberinto alfabetizador - San Luis 2008)

En una escuela rural tucumana.

La niña se acerco con timidez:
- Feliz dia maestra. Estiro su manito en forma de puño hacia la mano curiosa de su maestra para dejar ahi una pintura de labios.
La maestra quedo sorprendida; era el 11 de septiembre pero en aquella escuela rural ese dia no se festeja; nada se festeja porque no se puede, porque no alcanza.

Levanto la mirada y vio como el resto de sus alumnos la miraban angustiados; ellos no tenian ni una pintura de labios para su maestra y sus ojitos mostraban la tristeza de saber que no pudieron.
Uno de ellos, rapido dijo:
- Yo maestra le voy a traer un chivito mañana!!!
A lo que otro replico:
- Yo un cuchi!!!
Reponiendose con un gran esfuerzo la maestra dice:
- Muchas gracias a todos!!!!! pero yo no quiero que me compren nada!!!!! Yo quiero muchos besos como chivitos; cariños golosos como los cuchis!!! Eso quiero, nada mas.
Y todos rieron.
El dia continuo con la cotidianidad de siempre, se hizo el acto por el dia del maestro, se dio clases y despues del almuerzo terminaba un dia mas en la escuela.
Pero en la puerta, mientras los chicos salian diciendo "Hasta mañana", uno de ellos se acerco a su maestra y estirandose para besarla, decia mirandola a los ojos:
- chivito!!!! chivito!!! con los bracitos apurados por colgarse de su cuello.
(historia real de una escuela rural tucumana)
septiembre 2006