martes, 24 de abril de 2012

Usted tiene que enseñar...

Ellos no estaban ahí para esperar a los viajeros que con cajas de donaciones llegarían en cualquier momento a la escuela.
Francisca y Manuel llegaron temprano esa mañana y se quedaron parados en la puerta casi tranquera de la escuela, sin terminar de entrar ni de irse; fueron de hablar poco con quienes los saludaban, solo preguntaban por la directora que los había hecho llamar por Javier, su hijo de doce años y que ya pasada la media mañana, aun no los atendía.
"Es que la Señora Directora esta ocupada" les decía la cocinera, "esta recibiendo las visitas que desde Tucumán, traían juguetes, libros y cuadernos para los chicos de la escuela"

A Francisca y a Manuel, poco les importaba la presencia de los visitantes, que se sacaban fotos con los chicos mientras entregaban pelotas de fútbol con las que luego harían un "partidito" hasta que este listo el almuerzo"
Tampoco participaron del almuerzo, aunque una de las maestras los llamo varias veces, ni de la sobremesa de charlas, ni de las fotos grupales...

Seguían ahí, parados, callados, serios, sin separarse uno del otro y cuando la tarde avanzaba, también avanzo Manuel y saliendo al cruce de la Señora Directora que fue hasta la canilla a lavar los tenedores para la torta, le dijo:
- Quiero hablar con usted...
Ella, antes que Manuel termine la frase le dice:
- Ya vamos a charlar, los he mandado a buscar porque Javier no esta avanzando nada, no me aprende nada...
- Pero usted no le enseña. - responde Manuel rápido, mas decidido que Francisca en resolver el tema - usted le da tarea para la casa y así lo manda, para que estudie en la casa, y nosotros queremos que el estudie en la escuela, para eso lo mandamos, para que no sea corto como nosotros.
- Todos los alumnos deben realizar actividades extra escolares en sus hogares -responde la directora, con la vista al cielo y haciendo círculos al aire con la mano derecha- "de esta manera nos aseguramos que el alumno fortalezca lo aprendido en el ámbito escolar" -y como si esto no hubiese estado claro, remarca-" la Señora Ministra dio la orden a través de la circular de fortalecer las actividades de aprendizaje de los alumnos por medio de la tarea extra escolar"

La Señora Directora continuo hablando un rato mas, en un tono directivo, fuerte y claro, remarcando la importancia de estudiar en la casa, de como se relaciona esto con los contenidos actitudinales y de como la transversalidad curricular lo preveía, a la vez que dejaba ver su preocupación en que Javier no traía hechas las tareas de la casa y de como eso bajaría su nota y hasta "tal vez, deba repetir de nuevo, y yo no se, porque ya tiene doce y no puede seguir en tercer grado..."

Manuel no levantaba la vista del suelo, Francisca lo tomaba del hombro, como sujetándole las palabras pero no pudo y Manuel tampoco pudo seguir callado:
- Yo no lo mando para que no le enseñen,  usted no le enseña nada porque se vive yendo a Tucumán y deja el grado solo, y así Javier no va a aprender nada.
- PERO SEÑOR!!! -Exclamo indignada la directora- "Yo voy a la ciudad porque me manda a llamar la Supervisora y tengo que ir, porque YO (dijo remarcándolo) ademas de la maestra soy la DI - REC - TO - RA  y no puedo enviar a un empleado a hablar con la Supervisora...
- Usted esta acá para enseñar y si no quiere enseñar y quiere hacer tramite deje el grado, usted tiene que enseñar, no hacer mandados, porque Javier no aprende nada acá, y va a la casa y no se acuerda de nada, porque no tiene clases, y le dan deberes nomas, así se va a quedar bruto como nosotros que no leemos ni escribimos, pero sabemos que tenemos derecho a que nuestro hijo aprenda y usted tiene que enseñarle, para eso es la maestra del grado...

La directora quedo en silencio, todos quedamos callados, mirando a Manuel que sin levantar la vista del piso trajo a Paulo Freire a los cerros tucumanos y enseño a una Directora que el tiene voz, que el sabe que no sabe leer ni escribir palabras, pero que lee claramente su realidad.

(En una escuela de montaña de la zona de Trancas, provincia de Tucumán, septiembre del 2005)


lunes, 16 de abril de 2012

ALFABETIZADOR



Cipriano, yo pienso que el alfabetizador
no es solo el que enseña a leer los libros
de ciencias, historia, filosofía
y tantas cosas exóticas
de las que habla la gente...

Hermano, yo pienso que
alfabetizar es enseñar a leer
en los ojos, el dolor de los pueblos,
la enfermedad de los niños,
la angustia de la mujer que pare en la calle,
la tos del minero que escupe y mancha de sangre
la estatua de la libertad neoyorquina...

Hay que aprender a leer
el hambre que toca la puerta,
el frío que va por la calle,
la oscuridad del que busca
y no encuentra.

Cipriano, yo pienso que
primero debemos alfabetizar
a los que saben leer los libros,
pero no saben leer el dolor de los hombres.

Autor: Julio Zabala. Nicaragua.